jueves, 5 de noviembre de 2009

Patrocinio: Asociaciones para escuchar

Stephen Gilligan sostiene que el patrocinador transforma al patrocinado, en primer lugar reconociendo o “viendo” algo latente en él, y en segundo lugar estando ahí para servirle de punto de referencia.

Escuchar es una de las formas en que el patrocinador puede “estar ahí” para su cliente.
Desde el punto de vista del patrocinio, la clave de la escucha eficaz consiste en estar al mismo tiempo plenamente centrado y plenamente conectado con el cliente.
Esto nos permite crear y mantener un “espacio” en el que el cliente pueda verdaderamente reflexionar y hablar desde su propio centro. Escuchar desde tu centro permite que lo que el otro dice “te toque”, y te ayuda a ser el al mismo tiempo curioso y receptivo.
Las asociaciones para escuchar son una forma de aplicar esta clase de escucha como herramienta sencilla, pero eficaz, de patrocinio y “copatrocinio”.
El concepto de “asociación para escuchar” fue desarrollado por Paty Wipfler del Parents Leadership Institute de Palo Alto, California.
Según Wipfler (1989) “escuchar constituye una herramienta que puede atender poderosamente las necesidades de los padres (y de otros) en cuanto ayuda al aprendizaje y liberación de estrés”.
Wipfler argumenta que todos disponemos de la capacidad natural para ayudarnos mutuamente mediante la escucha y que, cuando esta capacidad es adecuadamente desarrollada a lo largo del tiempo, vamos disponiendo de mapas recursos, podemos ayudar más eficazmente y… nos sentimos más seguros de nosotros mismos.
También anima a la gente a crear una estructura sencilla pero poderosa con la que anclar y dirigir esta capacidad para escuchar, formando lo que ella ha denominado “asociaciones para escuchar”.
(En una asociación para escuchar) el acuerdo consiste en intercambiar regularmente el tiempo de escucha… Este tiempo de escucha se reparte en turnos de igual duración. Una persona habla y la otra escucha con atención.

Quien escucha no ofrece consejos, ni da pistas,, ni hace preguntas para satisfacer su curiosidad, si no que se limita a comunicar respeto y aprecio plenos.

Quien escucha parte de la suposición básica de que hablar de las cosas ayudará a la otra persona a aclarar su propia experiencia y aprender de ella.

Cuando el tiempo del primer turno ha concluido, se invierten los papeles y quien ha estado escuchando tiene entonces su oportunidad de examinar su propia experiencia, sus sentimientos y pensamientos, mientras la otra persona le presta toda su atención.

Esta clase de tiempo para pensar de forma ininterrumpida sobre uno mismo y su propia vida… nos ayuda a desenredar la madeja de nuestras experiencias, sentimientos y expectativas, que puedan enmarañar (nuestros pensamientos) y nuestras relaciones…

Cuando se nos ofrece la oportunidad de examinar con detalle nuestra experiencia, nos sentimos más libres para pensar en planteamientos alternativos, en resolver problemas y en actuar intencionalmente cuando se presentan situaciones difíciles. Nos sentimos ayudados para pensar y aprender.
Debo insistir en que la clave para generar una asociación eficaz para escuchar consiste en crear y mantener ese “espacio”, para que quien habla pueda reflexionar sobre su experiencia de forma espontánea y auténtica.

La creación de tal espacio viene facilitada por las primeras cuatro habilidades del patrocinio:

• Estar centrado y ser internamente congruente.
• Estar conectado con el otro.
• Tener curiosidad sobre el otro.
• Ser receptivo hacia todo lo que el otro diga.

Desde la perspectiva de la Programación Neurolingüística, resulta asimismo útil asumir las siguientes creencias, mientras escuchamos a otra persona como “patrocinadores” en una asociación para escuchar.

Creencias del patrocinador (socio que escucha):

• La persona a la que estoy escuchando es inteligente.
• Se encuentra en su propio “Viaje del héroe”.
• Esta persona puede resolver sus propios problemas, a condición de que pueda pensarlos de cabo a cabo.
• Esto es lo más importante que yo podría estar haciendo ahora mismo.
• Tengo tiempo. Este tiempo es un regalo. Mí tiempo empleado en escuchar a esta persona es valioso y no será en vano.

• Lo que esta persona tenga que decir también me enriquecerá a mí.
• Nada es aleatorio. Todo detalle es significativo.
• Todo es una metáfora de alguna otra cosa.
• Me siento generoso y agradecido hacia esta persona.


Establecer entre miembros de un mismo equipo asociaciones para escuchar puede constituir una forma poderosa de estímulo, tanto para el patrocinio mutuo como para el establecimiento de una cultura de patrocinio.
Fragmento de "Coaching: Herramientas para el cambio" / Robert Dilts
"Listening: A tool for caring parents" / P. Wipfler

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