martes, 27 de octubre de 2009

Autoestima en adolescentes


La autoestima en los adolescentes:
Un punto de vista psicoterapéutico.

La autoestima es el grado en que la gente se valora a sí misma y se da en relación con su sentido de identidad y la manera en que las personas se perciben a sí mismos; cuál es la imagen que tiene de ellos mismos, cómo es que es creen sobre sí mismos. La autoestima es una función de las creencias de lo que uno merece o no, y por su puesto cuanto más positiva sea la autoestima de una persona, mejor será su vida
Muchos adolescentes pueden sentirse mal con respecto a sí mismos, por la manera en que perciben su cuerpo e imagen, pueden tener muchas dificultades para aceptarse a sí mismos y sentirse incapaces de enfrentar muchos retos en esta etapa.


Para ayudar a un adolescente a sentirse mejor con respecto a sí mismo, necesitamos traerlo de vuelta a su yo. El primer y esencial paso en este proceso es que acepte sus sentimientos actuales; sentimientos de vacío, de frustración y desesperación que tiene ahora.

A medida que el adolescente acepta tales sentimientos, puede reencontrarse con sus sentidos, su cuerpo y todo lo que puede hacer con él. Puede aprender sobre sí mismo y su unicidad desde su interior, en lugar de a través de los juicios y opiniones de los demás, y comenzar a sentir una sensación de bienestar –que está bien ser quien es.

El adolescente se afecta mucho por las realidades del mundo. Mientras que el niño pequeño parece librarse de enfrentar el mundo por medio del juego (una actividad que los adultos aceptan como normal en los menores), el adolescente sabe que pronto será lanzado al mundo para labrarse su propio camino.

Los jóvenes ansían la libertad e independencia de la edad adulta, y a la vez están temerosos y angustiados por sí mismos. Muchos jóvenes hacen intentos por aprender a manejarse en el mundo (tratan de encontrar empleos, tomar sus propias decisiones y experimentar con su independencia). Pero la mayoría son ignorados, rechazados, no tomados en serio.

Se ha encontrado que los adolescentes son inteligentes y mucho más sabios de lo que la sociedad reconoce. Pero hay muchos que están confundidos y perplejos por los enredados mensajes que reciben acerca de sí mismos de parte de sus padres y de la sociedad (mensajes que menosprecian sus capacidades y sabiduría).

A veces se angustian, se deprimen, se preocupan y se atemorizan por sí mismos y la vida, especialmente por el futuro. Algunos asumen una actitud indiferente de “no me importa”. Otros se rebelan abiertamente. Algunos luchan duro para afirmar su propio punto de vista.

Sin embargo el adolescente perturbado puede hacer mucho por sí mismo. Como ya es casi un adulto, ha introyectado muchos mensajes erróneos que afectan su percepción y sus sentimientos de sí mismo. Tienen recuerdos, fantasías y emociones que pueden bloquear su desarrollo natural. Tiene una profundidad de sentimientos que encuentra difícil compartir con su familia.

Muchos adolescentes pueden ser reacios a recibir intervención psicoterapéutica, aunque hay otros que la solicitan, y muchos padres acuden con ellos a terapia por que las cosas han empeorado y creen que han llegado a un callejón sin salida.

Muchos jóvenes necesitan ayuda para expresar sus sentimientos de angustia, soledad, frustración, confusión sexual y temor. Necesita ver de qué modo se puede responsabilizar por su propia vida tanto como le sea posible.

He aquí algunas pautas básicas para que los padres y maestros refuercen los sentimientos del yo de sus hijos adolescentes:
• Escuchar, reconocer y aceptar los sentimientos del adolescente, sin emitir juicios.
• Tratarlo con respeto. Aceptarlo como es.
• Hacerle elogios específicos, al grano.
• Ser sincero con él.
• Delegarles responsabilidades y tareas en el manejo del hogar.
• Negociar ciertos límites que consideran importantes.
• Estar disponibles para entregar amor y apoyo.
Todos los adolescentes se pueden beneficiar con el tipo de experiencia de autoapoyo que puede brindar un psicoterapeuta.


Los adolescentes que reciben terapia y apoyo genuino por parte de sus padres y maestros tienen la oportunidad de aclarar quiénes son, sus necesidades y sus deseos. Pueden ganar fortaleza para encarar los problemas y conflictos de ese mundo que deberán enfrentar.